¡Oh Virgen y Origen de Dios! Yo me entrego por hijo tuyo, y en honor y gloria de tu pureza, te ofrezco mi alma y cuerpo, mis potencias y sentidos y te suplico me alcances la Agudeza de no cometer no pecado alguno. Amén. Grandioso príncipe celestial, eres tan https://bookmarkspedia.com/story3140059/un-imparcial-vista-de-oracion-a-san-judas-tadeo