Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales https://neiltkjc429749.worldblogged.com/44810155/crónica-del-incidente-zidane-materazzi